A nuestro desarrollo como personas, en todas sus dimensiones, contribuyen distintos factores. El que materialicemos el potencial con el que venimos equipados es una cuestión de estímulos, pero también de actitud. Un determinado nivel de aptitud verá un rendimiento distinto en función de la actitud ante esos estímulos.

La actitud es, en buena medida, dependiente de nuestras creencias (creencias generales sobre si el mundo es hostil o benévolo, o más concretas sobre asuntos cotidianos).

La experiencia nos dice que estamos más limitados por nuestras creencias que por nuestras capacidades. La forma en la que miramos y nos aproximamos al mundo influye en otros y en nosotros, en cómo y hasta dónde llegamos, sobre los objetivos que perseguimos y los que alcanzamos.

Las creencias que mantenemos tienen su origen en nuestro proceso de socialización y están estrechamente relacionadas con la cultura en que nos criamos. Muchas de ellas forman parte de acervo general de una comunidad más o menos grande o pequeña.

Se transmiten en el comportamiento y la manera de hablar. Una parte importante son inconscientes y por ello no se cuestionan.

Existen lo que llamamos creencias limitantes y creencias potenciadoras. Las primeras frenan nuestro desarrollo y deberían ser evaluadas, y posiblemente sustituidas por otras más funcionales, y las segundas son las que nos permiten ir más allá.

Los procesos de pensamiento, consciente e inconsciente, están mediados por nuestras emociones (emoción y cognición son dos facetas del mismo proceso, el de aprehender la realidad).

A través de la regulación emocional (una de las competencias de la Inteligencia Emocional) podemos modificar nuestra actitud y generar un mayor rendimiento de nuestra aptitud.

Como las creencias, las emociones nos pueden frenar o nos pueden llevar más lejos.

Emociones capacitantes

Sobre las emociones que potencian nuestro crecimiento  versa el libro de Isabel Aranda “Emociones Capacitantes”.

Las emociones son una inmensa fuente de información. Qué significan, qué nos indican (cuál es su función), dónde se sienten, como identificarlas, cómo expresarlas…desde un enfoque eminentemente integrador y basado en la premisa “emoción-acción” (emotio significa movimiento, tendencia hacia algo – movere), Emociones Capacitantes hace un recorrido por las principales emociones y las vincula con el pensamiento para generar comportamientos, conductas, acciones, al servicio de nuestro mayor crecimiento y desarrollo.

Si las emociones nos acercan a la satisfacción de nuestras necesidades y nos alejan de los peligros que nos puedan acechar, aprender sobre ellas parece indispensable. Os recomiendo la lectura del libro.

Por nuestra parte, desde Altas Capacidades Step by Step, queremos  recordar que el Coaching nos ayuda a evaluar creencias y sustituir las limitantes por potenciadoras, y te invitamos a saber más sobre cómo funciona e ir más allá de lo que consideras tus límites actuales. Llámanos o escríbenos y concierta una cita para tu sesión informativa gratuita por skype.

La semana que viene seguiremos hablando de emociones.

Hola, soy Elena Morante y trabajo con niños y adultos de Alta Capacidad. Es necesario conocer para poder comprender, por eso es tan importante la divulgación. Me alegro de que te interese el contenido del blog y te doy la bienvenida. Si quieres ampliar el conocimiento sobre Altas Capacidades te invito a:

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